domingo, 23 de abril de 2017

El tiempo no existe. Es un contínuum. 
El tiempo es espacio, como el amor. El amor es.
Está o no está. Así como un día ocupa todo tu espacio, otro día desaparece.
¿Qué es lo contrario al amor? La nada.
Un alma que no siente amor es un alma dormida. 
Seguramente la personalidad ocupe el espacio del alma y saque a la luz todos sus recursos; creatividad, don de gentes, prosperidad económica, etc. Pero a solas, en el momento en que todo se calma y sólo hay espacio para escucharse a uno mismo, el alma dormida no habla, no siente, no conecta.
¿Cuántos errores se necesitan para darse cuenta de que sin amor no somos nada?
¡Despertemos! Si la elección es entre el amor y otra cosa, siempre elige el amor.